ANALISIS PROYECTUAL I / II + INTRODUCCION A LA ARQUITECTURA. Taller: Arq. Ramiro García. FAPyD. UNR


¿Que azar o destino habra echado a rodar este subdesarrollado partenón?

¿Una inundación? ¿Un casamiento o un funeral?...tal vez, la visita inoportuna de algunos parientes que llegan sin avisar y han decidido quedarse más de lo previsto. En cualquier caso la respuesta permanecerá como conjetura.

Sin embargo, de algo estamos seguros. Ignoran.
Esa cosa que llamamos Arquitectura y toda su historia como disciplina. También a sus primas lejanas las Cariátides, el nombre de un tal Semper , aquello de "menos es mas", la sinceridad en el uso los materiales, la belleza y la armonía de las formas. Permanecen ajenos -y seguirán estándolo- a toda discusión o debate en torno al habitar y los cientos de congresos que organizamos para intentar asegurarnos un significado medianamente válido y creíble, al menos, hasta el próximo congreso.
Les basta caminar, por pura necesidad, y ya sus torsos y rodillas flexionadas son la prueba evidente del peso de la techumbre y la pendiente del terreno. Un poco ironicamente, no sin cierta torpeza, diríamos que es una arquitectura "adaptada al lugar". Ajenos a todo esto, son la prueba pedestre y genial del arquetipo, y en una inocente y maravillosa síntesis, conjugan tambien la casa y el automovil, que no inventaron ni poseen pero reproducen como mejor les sale, en una extraña mezcla entre Los Picapiedras y Walking City.
Simplemente andan -podría comenzar a llover y seguirían andando- y sin embargo, en este simple acto, no hacen más que recordarnos y poner en evidencia que después de todo, quizás siempre se haya tratado de lo mismo.

Desde esta imagen, podría desplegarse una historia de la arquitectura que relatara los vaivenes disciplinares en torno a los modos en que el hombre ha enfrentado la aparentemente sencilla tarea de plantar unos postes, desplegar una cubierta: construir un refugio. Si alguien ya lo hizo, a juzgar por las estrategias más visibles de la arquitectura contemporánea, probablemente el documento esté aguardando un futuro promisorio en algun anaquel olvidado.

Aquí, algunos historiadores y críticos de oficio carraspearan un poco, protestarán otro tanto los mas vehementes, y con razón. No existen soluciones -formas- invariantes que como inmutables tipos originarios, atraviesan inmunes la historia aportando respuestas a problemas sin tiempo, ajenos a la cultura que los conforma y que a su vez determinan. Pero dado que tras nuestra imperiosa necesidad contemporanea de materializar un futuro inminente por demás de esquivo, pareceríamos estar olvidando de algun modo  nuestra experiencia acumulada -las charlas de ascensor aún insisten con la lluvia o el calor- podría proponerse en cambio que tal vez, detrás de las miles de formas, debates y artilugios desplegados desde, supongamos, la cúpula de Florencia, siempre nos hemos estado haciendo mas o menos la misma pregunta; o también, que sería hora de volver a hacerla.

Martin Ortiz

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